Mérida, 23 Jun (Notimex).- El fotógrafo francés GlobeInFocus prepara su exposición denominada “Las miradas de Venecia”, un encuentro con los colores de uno de los carnavales más emblemáticos del mundo, pero también con calles y el andar de su gente ya sin máscaras.

Un total de 20 fotografías en diferente formato transporta al público a un encuentro mágico con máscaras de colores luminosos, pero también a un proceso de búsqueda en la penetrante mirada de quienes las portan.

“Las miradas de Venecia” tiene esa magia de generar en el espectador la necesidad de mirar a la persona que porta la máscara y el disfraz, pero también de imaginar cómo es en realidad la persona que mira tras ella.

Durante dos meses, narra GlobeInFocus, estuve en Venecia, “un mes para tener contacto con todo el carnaval, el otro para andar por las calles en busca de la otra Venecia, por la que a diario se mueven las personas y que tal vez algunas de ellas ya no portan los disfraces”.

Para muchas personas, refiere, cuando ven las fotografía es como hacer realidad un sueño, el de conocer Europa.

“Es una oportunidad que tienen para trasportarse de manera fácil a estos sitios, a un carnaval muy diferente a los de México, con miradas diferentes”, considera.

La función de cada máscara y disfrazar abre un mundo infinito de posibilidades de interpretar la mirada de quien los porta, “pues quien se viste con un enorme disfraz de Sol, gesto de poder, puede ser en realidad una persona introvertida”, dice.

Venecia, apunta, es un laberinto y los mejores lugares nos los encontramos caminando, permanecen en el interior de la ciudad, con las personas que caminan por sus calles.

Fotografías de personas que caminan rumbo al trabajo, en camino a la escuela con los hijos de la mano ante la “mirada espía de una góndola”, miradas en blanco y negro, complementan la muestra que abrirá sus puertas el próximo día 26 en el Centro Bistro Cultural, ubicado en el segundo cuadro de esta capital.

En la actualidad, GlobeInFocus realiza un viaje por México a fin de captar aquellos sitios que llamen a la atención a su mirada, y al final de éste, sin establecerse un tiempo de conclusión, montar una nueva exposición con todo lo capturado en su andar por el país.

“Una de las cosas que yo diría es que tenemos que levantar la mirada del suelo cuando caminamos y ver lo que está al frente, a nuestra espalda, las cosas maravillosas -como los edificios- que podemos ver, pero también poder cruzar una mirada con otra persona, saludarla, ya no mirar al suelo”, recalca.

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