Ek’Balam se encuentra en la parte centro – oriental de Yucatán a unos 190 km. de Mérida. Su historia comienza aproximadamente desde el año 300 a.C., hasta la llegada de los españoles. El asentamiento abarcó unos 12 Km2, que incluía un espacio central sagrado de poco más de 1 km2, donde residía la élite, protegido y delimitado por 3 murallas. Estas tenían 5 entradas, donde desembocaban igual número de caminos prehispánicos o sak be’oob.
En la época prehispánica fue un gran reino llamado Talol y según fuentes escritas del S. XVI, fue fundada por un hombre llamado Ek’Balam(“Jaguar oscuro o negro”) o Coch Cal Balam.
Posee elementos característicos de las ciudades más importantes, entre ellos una arquitectura monumental, murallas, estelas y las llamadas Serpientes Jeroglíficas, que son monumentos bellamente labrados en bloque de piedra, el juego de pelota, una red de caminos así como el hallazgo de textos glíficos. Extraordinarios escultores plasman su obra en la peculiar ornamentación que adornan sus edificios en piedra labrada, estuco modelado, policromado o una mezcla de ambos. Sus artesanos y pintores nos asombran con objetos de lujo de diversos materiales como jade, concha y hueso.
Gracias a todos estos elementos sabemos ahora que Ek’Balam fue una capital con gran riqueza, que dominó una región muy poblada, pues simplemente el volumen de sus monumentos nos habla del gran número de personas que participaron en obras de tal magnitud.
Mención aparte merece la “Acrópolis” que posee la fachada más extraordinariamente decorada, y con sus 160 metros de largo por casi 70 de ancho y 31 de altura, se cataloga entre los edificios más grandes de Yucatán. El hallazgo de una tumba con una rica ofrenda en su interior, del gran gobernante Ukit Kan Lex Tok, convierten dicha estructura en la más importante del sitio. En este lugar se encontró el único glifo emblema existente hasta la fecha en el norte del Estado, en el que se menciona el nombre de dicho gobernante.
Ek’Balam es un sitio diferente a todos los del área Maya, no se parece a ningún otro sitio arqueológico conocido. Sus misterios aún por descubrir, la evidencia de su antigua grandeza y el asombro al que nos lleva cada uno de sus hallazgos, la hacen perfilarse como una de las zonas arqueológicas más importantes de Yucatán.