La estación de Ferrocarriles de Mérida, ubicada en la calle 55 por 48, es quizá el único ejemplo del llamado “primer estilo neocolonial”, que no fructificó en la Mérida de aquel entonces.
Construida en 1920, la Estación luce arquerías de medio punto con inspiración colonial y una significativa torre que destaca por encima de todo el inmueble, así como los minaretes, que recuerdan a la arquitectura de la dominación musulmana en España. Las techumbres son de teja y tiene remates irregulares en los caballetes. Las ventanas son dobles o triples y también muestran reminiscencias del estilo constructivo del Islam y los pretiles muestran perforaciones o nichos, formas y alturas variables y escalonadas, con accesos jerarquizados, terminados con molduras decorativas.