Construido sobre uno de los restos de aquellos “cinco cerros” que hubo en la antigua T’ho, la pirámide maya de Bakluum-Chaam, el Palacio Municipal reemplaza al primitivo edificio destinado a este uso. Data originalmente de 1735, cuando el gobernador interino, don Santiago de Aguirre, dispuso la demolición de las antiguas Casas Consistoriales y en su lugar edificó, en dos pisos, el actual Palacio Municipal.
Este palacio tiene amplios corredores con arcos de medio punto y dos murales. En el centro, la fachada luce el escudo nacional y en el descanso de la escalera se luce el más antiguo escudo de Mérida, que perteneció a la Ciudadela de San Benito.
En la torre hay un reloj de cuatro facetas, en el que además está esculpido el escudo de Mérida. Concedido a Mérida en 1618 por don Felipe III, Rey de España, el escudo de la ciudad ostenta un campo verde con un león rampante y en campo azul un castillo torreado y al pie la cintilla con el título “Muy Noble y Muy Leal ciudad de Mérida”.
En términos heráldicos, el escudo de Mérida se describe primero con sus figuras centrales: el león rampante es una “secular figura natural empleada en la armería, que ocupa el primer sitio entre todos los animales. Simboliza majestad valor y fuerza y noble espíritu guerrero”. Asimismo, ël castillo denota grandeza, poderío y tenaz resistencia ante el enemigo”. Con respecto a los colores, el “azur” o azul significa “virtudes y cualidades tales como la lealtad y la justicia, la hermosura y la serenidad” mientras que el “sinople” o verde significa esperanza, libertad e intrepidez.