Este monumento cuadrado mide 25 metros por lado y cuatro de alto, con escalinatas en cada una de sus caras. Situado como a 100 metros al norte del Castillo, fue llamado así por las estrellas grabadas en las esquinas, interpretadas como el luminoso planeta Venus. La estructura está formada por un talud y una sección vertical con paneles salientes y espacios hundidos intercalados.
Una cornisa remata el conjunto. Sobre los paneles salientes están los bajorrelieves mencionados, que muestran al planeta Venus representado por medias flores con aspas en los pétalos, rodeados por la figura de estera trenzada, o pop, en maya, símbolo del poder. También está presente Kukulcán surgiendo de entre las fauces de una serpiente emplumada con garras de jaguar. Los bajorrelieves de piedra aún conservan restos de pintura roja, azul y amarilla que ornamentaba los contornos de la representación del "lucero de la mañana" o "estrella-abeja", una de las manifestaciones de Kukulcán-Quetzalcóatl más admirada por los hombres prehispánicos. La misma figura remata las balaustradas de las escalinatas en los tableros de la cornisa, que ostentan a las serpientes emplumadas, en movimiento, con peces entre sus ondulaciones.