Llamado así por los niveles superpuestos que dan apariencia de mesetas, este templo, levantado junto al de los Guerreros, es una pequeña pirámide de cuatro niveles que anteriormente culminó con un templo con pórtico de dos columnas serpentinas.
Aunque no se conserva en su totalidad, es apreciable por ahora el primer nivel del friso, que está labrado en piedra y colocado sobre el suelo frente a la escalinata que conduce al templo, y que muestra una procesión de jaguares entre los que hay, intercalados, árboles y haces de lanza. En el segundo nivel está labrada una serpiente emplumada.
Al igual que el Castillo, el Templo de los Guerreros, el de los Jaguares, la Plaza de las Mil Columnas, el Tzompantli, la Plataforma de Venus y el conjunto de Juego de Pelota, este edificio fue construido durante la influencia tolteca en Chichén Itzá, es decir, entre los años 900 y 1200 d.C.