Mérida, 1 Nov. (Notimex).- Considerado como el platillo por excelencia con el que los mayas honran la memoria de sus muertos, el mucbilpollo es por ende fundamental en la celebración conocida como Hanal Pixán o comida de ánimas.

Aunque su popularidad es mayor en la capital del estado donde el proceso de cocción ha incorporado nuevos procedimientos, en la práctica la elaboración del mucbilpollo prácticamente sigue el mismo proceso que en épocas ancestrales.

La directora de la Casa de las Artesanías y experta en la elaboración de comida tradicional yucateca, Beatriz Peralta Chacón, destacó que tradicionalmente los mucbilpollos se colocan el día 1 en los altares para difuntos, día dedicado a las "personas grandes".

En las épocas ancestrales, explicó, para hacer un mucbilpollo, simple y llanamente nos servía la hoja de plátano, la cual se colocaba en forma de círculo cuidando que la parte de en medio pueda estar más gruesa y tuviera la mayor cantidad de capas posibles.

En la actualidad, agregó, muchas personas colocan los pibes sobre "latas" y una delgada capa de hoja de plátano, los cuales se hornean en panaderías, cuando la manera tradicional indica que debe ser bajo tierra, enterrado, de ahí la palabra "pib".

Detalló que para tener un mucbilpollo sólo se necesita un kilogramo de masa, dos atados de x-pelón debidamente desgranados, 300 gramos de manteca, epazote, ajo y su punto de sal.

Antes de poner los ingredientes a la masa, tenemos que hervir esta junto con la manteca, el x-pelón y achiote en grano, para que tome el color y el sabor del condimento, señaló.

Por separado, vamos a poner a cocer el puerco con su achiote, su tomate, su cebolla, su ajo, su epazote. Cuando esté a punto de cocerse, lo suspendemos y le ponemos la presa del pollo o puerco a medio cocer, carnes que terminarán de cocerse cuando estén en horno bajo tierra "a grandes temperaturas".

"Cuando concluya esa etapa agarramos nuestra masa, la amasamos y le moldeamos hasta que tenga el “tan” (grosor en maya) y le ponemos el col y dejamos que se enfrié”, dijo.

Todo, refirió, tiene que estar frío, nada lo utilizamos caliente, porque si lo utilizamos caliente y lo ponemos al fuego, aparentemente no perjudica, pero su sí se puede agriar, dijo.

Las mujeres, añadió, “torteamos a lo redondo como si fuera un pocito, le ponemos primero el puerco, luego el pollo, le ponemos el col -la mezcla obtenida durante cocimiento del achiote con el puerco- y le rebanamos chile habanero”.

Una vez que ya se ha enfriado, lo vamos cerrando con una capa superior de la masa, la cual cubriremos en su totalidad dándole vuelta a las hojas de plátano hasta amarrarlo y ya estará listo para meterlo al horno.

La preparación del horno inicia con la cavada del hoyo donde se colocarán los pibes, posteriormente se coloca una cama de leña y sobre ellas de piedras, así que éste estará listo cuando la leña se haya consumido, quedado carbón y las piedras estén al rojo vivo.

Sobre los pibes, “vamos poner hojas de roble y las hojas que podamos encontrar en el patio de las casas, siempre que sean aromatizantes, de preferencia de plátano; le ponemos una pita, le echamos la tierra hasta cubrirlos y lo dejamos hora y media”, expuso.

Peralta Chacón recordó que existe la creencia en las comunidades que el cocimiento de los "pibes" dependerá de la "mano" de las personas que los elaboren, si ésta es caliente será exitosa la cocción, si es fría tardará o no tendrá la consistencia adecuada.

Para evitar esta circunstancia, "antes del cierre del agujero del pib, se agarra un traste con agua y se le tira nueve puños de agua y también nueve puños de sal, para el que tenga mano fría no permita que la comida para los difuntos no se cueza".

El día 31 en los pueblos, es el día de la comida para los niños "y se procura que haya niños involucrados para que lo que se vaya realizando sea como a ellos les gustaba sus alimentos, con la encomienda (dirección) de los mayores”.

En la comida de los grandes (1 de noviembre) no se permiten que entre la gente menor, sino sólo los mayores.

La elaboración de los pibes está a cargo de los abuelos de preferencia, son ellos por tradición, porque se entiende que conocían más del sentimiento y la sabiduría de la gente que se adelantó. El hueco para el mucbilpollo es hecho por el jefe de la casa pues es una manera de honrar a sus ancestros".

En los pueblos, cada familia elaborará entre 10 a 20 mugbipollos, pues son pequeños, al no utilizar latas o bandejas para cocerlos.

"En la antigüedad en los pueblos nadie salía a comprar el pollo en el mercado para los mucbilpollos, criaban a sus gallinas hasta que estén en la edad para comer" y formar parte de este manjar.

Así, los altares en honor de las ánimas se llenan de colores y aromas, en especial el del mucbilpollo, con el cual muchos vivos dan la bienvenida anual a las almas de sus seres queridos que regresan, aunque otros esperarán a fin de mes para elaborarlos y ofrecerles un manjar a sus pariente para que lleguen con bien al inframundo maya.

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