Mérida, 17 Jun (Notimex).- La conjunción de planetas y el fenómeno arqueoastronómico característico del solsticio de verano se apreciarán en diversos sitios y centros ceremoniales de Yucatán antes de finalizar el presente mes.

El astrónomo Eddie Ariel Salazar Gamboa destacó que la presencia del solsticio de verano era, para los mayas, la señal para el inicio de la siembra, como actualmente sucede en muchas poblaciones.

El solsticio de verano marcaba el inicio del periodo de lluvias, por lo tanto, una vez que se ha preparado la tierra -mediante el método de tumba-roza y quema- se siembra para esperar que la lluvias ayuden a la germinación de la semilla.

Precisó que el día 21 de junio, el Sol ha de concluir su viaje al norte para su máximo desplazamiento y ahí estará un periodo de tres días, al mismo tiempo, la tierra vivirá su máxima inclinación, igual 23 grados y 30 minutos.

El próximo domingo se observarán fenómenos arqueoastronómicos en las ciudades mayas precolombinas a las 11:27, y aunque también se espera sea el día más largo del año, no sucederá pues tanto los días 20 y 21, el sol saldrá a las 6:18 horas y se ocultará a las 19:42, con una duración de 13 horas y 24 minutos.

Mientras, los días 22 y 23, el sol emergerá a las 6:18 horas y se ocultará a las 19:43 horas, el lapso de duración del día será de 13 horas con 25 minutos.

Un caso especial, explicó, se aprecia en El Castillo de Chichén Itzá, pues después del amanecer, el sol ilumina los costados norte y oriente, mientras que los lados sur y poniente permanecen obscuros.

Esto es, el edificio queda dividido entre la luz y la sombra de manera simétrica, lo que demuestra el conocimiento matemático y astronómico de esta cultura. Este fenómeno ocurre a la inversa del solsticio de invierno.

Para entonces, minutos antes de que el Sol se oculte, los costados sur y poniente de la pirámide de Kukulcán quedan iluminado, mientras el norte y oriente, en sombra.

Respecto de la conjunción de planetas, el especialista recordó que el día 30, Venus y Júpiter estarán en la constelación de Regulus, y tendrán una separación inferior a un grado de arco.

Durante poco más de dos horas, refirió, será fácil de distinguirlos, ya que ese día serán los astros más brillantes de la bóveda celeste, Venus con una magnitud lumínica de -4.4 mientras que Júpiter, de -1.8.

En la actualidad, al anochecer son los astros más brillantes del poniente de la bóveda celeste y están distanciados, pero “conforme avanzan los días, se acercan cada vez más y cuya cercanía permitirá que prácticamente salgan del horizonte casi de manera simultánea, lo mismo cuando se oculten".

El próximo día 30, Venus aparecerá a las 9:34 horas y se ocultará a las 22:25, mientras que Júpiter emergerá a las 9:35 y se pondrá a las 22:26 horas, y, en el caso del sol, ese mismo día, se apreciará desde las 6:20 horas y se ocultará a las 19:44 horas.

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