Mérida, 26 Mar (Notimex).- Unos 16 caleseros (personas que conducen calesas) concluyeron un curso de inglés que les ofreció el ayuntamiento y en el que aprendieron a presentar, en ese idioma, los principales monumentos y sitios del Centro Histórico de Mérida.

La directora de Turismo y Promoción Económica del ayuntamiento, Carolina Cárdenas Sosa, encabezó la entrega de constancias y anunció nuevos apoyos a estos trabajadores, a fin de hacer sustentable la actividad; es decir que sea bueno para la sociedad, bueno para la naturaleza y bueno para la economía.

El trabajo de los caleseros es parte importante de la tradición e imagen de Mérida y por ello se ha puesto interés especial en brindarles el apoyo necesario para mejorar su labor, afirmó la funcionaria.

El curso es fruto del acercamiento entre el Ayuntamiento y representantes del Sindicato de la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán.

Jeysler Cristóbal Chablé Montores, quien concluyó el curso de inglés con mención especial por la dedicación y el resultado obtenido, manifestó que el curso fue muy bueno porque aprendieron formas de expresión muy útiles para ofrecer mejor servicio a los turistas.

A nombre de quienes concluyeron el curso, Jeysler señaló que con apoyos así se motivan para continuar preparándose, pues además de que los beneficia económicamente también es una contribución para atraer a más visitantes a Mérida.

Carlos Medina Heredia, otro de los egresados, tiene 69 años, pero hace apenas un año que se dedica a esta actividad. ”Fue un propósito que me hice cuando de chico, a los 12 años, trabajé un tiempo con mi papá que era calesero”, señaló.“

Me dije que algún día, cuando termine mi etapa laboral, me dedicaría a esto y así lo hice porque me encanta”.Don Carlos consideró que la actividad del calesero es muy noble y recomendó adornar las calesas, pintarlas, atender adecuadamente al caballo, así como acudir bien vestido y limpio a trabajar, como una manera de promocionar el servicio y a la ciudad.

Recordó que en la época que trabajó en la calesa de su padre las "llevadas" costaban de dos a tres pesos, muy por debajo de los 250 o 300 que cuestan ahora, lo que da idea de los cambios que ha tenido el costo de la vida”, dijo.”Si uno se organiza bien, este trabajo da para vivir”, aseguró.En enero pasado comenzaron las clases, martes y jueves de 9:00 a 12:00 horas.

Los participantes aprendieron a dar información del clima, cultura, comida, transporte, lugares turísticos y monumentos históricos.Luego recibieron un curso sobre la Ley de Protección a la Fauna y el cuidado que requieren los caballos.

NTX/RMM/GHE/MMH/TURISMO15

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