Mérida, 31 Dic (Notimex).- La promesa a un hijo que de manera repentina e inesperada dejó de existir en el 2009, dio vida al que es considerado el muñeco del “Año Viejo” más grande de Yucatán, el cual tiene una altura de más de cinco metros y cuya elaboración y quema se ha convertido en una tradición en la comunidad de Acanceh.

Esta vez el gigantesco muñeco fue exhibido en las instalaciones del Hospital Ignacio García Téllez, del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en esta ciudad, como parte de un acuerdo entre los padres del menor Irmin Gaspar Guerrero Dzul, a quien en su memoria se realiza desde hace seis años este tributo.

El padre de Irmin, Julián Guerrero Medina, recordó que el menor murió a causa de una complicación provocada por el virus de la influenza en octubre de 2009, cuando el menor estaba pronto a cumplir los 12 años.

En la navidad del 2008 se me acercó y se puso a llorar porque todos los muñecos del Año Viejo que había visto eran pequeños y estaban muy mal hechos y me dijo que a él le gustaría ver un muñeco gigante y muy bien hecho, yo le dije que sí, que en las próximas festividades navideñas se lo haría, explicó a Notimex.

Sin embargo, el niño ya no llegó a la navidad del 2009, pero en su honor y memoria Julián decidió, junto con su esposa Marta Esther Dzul May y buena parte de sus familiares, construir lo que sería el muñeco de Año Viejo más grande que se haya visto, y al parecer lo logramos.

Indicó que desde entonces la elaboración del muñeco forma parte de los festejos de fin de año en su población, Acanceh, ubicada a unos 45 kilómetros de esta ciudad, en la que ayudan con tiempo y con algunos recursos familiares y vecinos.

Luego de ser elaborado, se exhibe en la puerta en donde aún viven los padres de Irmin, y cada día 31 ya se acostumbra realizar un paseo con el muñeco por algunas calles de esa localidad.

Durante el recorrido van entregando dulces a los pequeños que suelen ir a ver el desfile y la posterior quema de este Año Vejo colosal.

Julián reiteró que no se conoce ni se tienen antecedentes de un muñeco que representa al Año Viejo de tales dimensiones, por lo menos en Yucatán no se ha fabricado uno tan grande y no tenemos noticias de que hubiera alguno de similar tamaño en algún otro punto del país.

Indicó que junto con su esposa decidieron que harán cuantos viejos les sea posible cada año como un medio para que permanezca vivo el recuerdo del que hasta ahora ha sido su único hijo, como un tributo a su memoria y un monumento a la fe y al amor por los hijos.

Irmin ya no pudo disfrutarlo, pero cuando vemos como otros niños ríen, gozan y se asombran del muñeco, vemos a nuestro hijo en sus rostros en sus sonrisas y eso es algo que nos motiva a seguir adelante, subrayó.

Finalmente, la pareja agradeció todo el apoyo brindado por la delegación del IMSS que también aprovechó la exhibición para destacar los avances y puntos positivos que ha tenido la institución en Yucatán en este año que está por concluir.

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